miércoles, 1 de abril de 2009

Una Programadora en el siglo XIX

Ada Augusta Byron King o Ada Lovelace, como es más conocida, fue la única hija legítima del poeta británico Lord Byron.

Y... ¿Qué tiene que ver la hija de un poeta del siglo XVIII con las TIC? Pues que Ada Lovelace es considerada la primera programadora de la historia.

Desde joven trabajó con Charles Babbage, matemático a quien se le considera como el padre de los ordenadores, debido a su "máquina analítica". Babbage imaginaba una máquina capaz de interactuar con su operador, dotada de memoria, una unidad operativa, incluso imaginaba una perforadora de tarjetas y una impresora. La máquina tenía dos puntos débiles: la mecánica y las tarjetas perforadas. Ada consiguió solventar los errores más serios de su proyecto y juntos luchaban por darle vida a un proyecto en el que ambos creían.

Ada desarrolló instrucciones (código) para hacer cálculos en esta máquina, que incluían conceptos como bucles o subrutinas. También inventó una notación para describir los algoritmos de la máquina analítica, lo que puede ser considerado como el primer lenguaje de programación.

La influencia real de Ada en el trabajo de Babbage es desconocida, ya que éste no solía reconocer la influencia de otras personas en su trabajo. Aunque parece que sí que distribuyó los trabajos de Ada firmados como A.A.L. (ella firmaba así para que no censuraran su trabajo por ser mujer).

Referencias:

3 comentarios:

  1. Hola Belen,
    DEsde luego, tu blog es fantástico! Menuda entrada más interesante. Creo que voy a buscar más informaciñon sobre esta visionaria-
    Muchas gracias por compartirlo con nosotros.
    Saludos
    Camino

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  2. Muchas gracias. Desde luego fue una visionaria y una revolucionaria porque desde luego ser matemática no era lo que se esperaba de las mujeres de la época (claro que era poco probable que superara los escándalos que protagonizó su padre).

    Saludos. :)

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  3. Vaya post!
    Había que ser valiente para creer en ese proyecto y para enfrentarse a unos canones de lo que debe hacer la mujer en el siglo XIX...
    ¿Quizas el gen romántico?

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